Trataré de reproducir mediante palabras algo que una historia no es, siendo sin embargo veraz el
argumento y completamente reales los protagonistas del relato.
Un cualquier día de la semana en un mes que
normalmente concluye el año en compañía de mi hijo quien actualmente se encuentra del otro lado
del océano y que con motivo de las fiestas de Navidad y aprovechando un breve periodo de vacaciones en su
prioritaria actividad de estudiante, evadiendo otros compromisos que le habrían impedido este viaje, decidimos
aprovechar del buen tiempo para realizar una sesión fotográfica en el “Valle Verzasca”
.
Para aquellos que no conozcan es un área de paisajes realmente espectaculares en Cantón
Ticino donde la hidrogeología juega un papel determinante, de hecho si hay algún aficionado de James
Bond es por estos lares que se encuentra el monumental dique donde se realizaron algunas escenas de una de sus
películas GoldenEye y para aquellos más intrépidos se puede efectuar salto en
el vacío con la cuerda elástica (bungy jumping). Aparte los típicos caseríos de
montaña con sus erguidos campanarios indicando la dirección de una bóveda de azul intenso que
surgen a ambos lados de la estrecha carretera que en un continuo serpenteo te lleva hasta las cabeceras de donde
puedes entrar para disfrutar hermosos senderos que te presentan bellísimos puntos de observación o
seguir los cursos de agua que fue lo que nosotros hicimos sin necesidad de llegar hasta la zona más remota,
visto que la luz solar (necesaria para la fotografía) comienza a ocultarse detrás de las
montañas impidiendo apreciar la variedad en las tonalidades de los colores verdes y los contrastes de las
diferentes rocas, los saltos o cascadas de diversas alturas, fuerza y conformación con su típico
tumultuoso rumor de fondo, hasta encontrarse de frente a una hermosa ensenada donde las aguas turbulentas que 100
metros más arriba borbolleaban rugientes parecen tomarse un descanso y en el relajarse forman estas piscinas
o lagunas que a modo de espejos reflejan los alrededores con majestuosidad irreal, casi de encanto, el todo
acompañado con un tenue y casi melodioso soto fondo que te invitan a la introspección.
Poniendo en
práctica nuestras habilidades de excursionistas no profesionales pero intencionados a divertirnos y obtener
la finalidad que nos motiva realizamos algunas fotos que les mostramos a continuación y ambos coincidimos
plenamente que la sucesiva satisfacción personal, los recuerdos y todo lo compartido no encuentra eco con el
cual realmente confrontarse, es por ello que fué, es y será un dia diferente.
Un novato tejedor de palabras